Nina Simone: la sacerdotisa de los derechos civiles

Edizon León Castro 





Nina Simone, en su autobiografía publicada en 1992, cuenta que la primera vez que tomó consciencia de la discriminación y el racismo, fue cuando apenas era una niña de 11 años de edad. Tenía que ofrecer un recital de piano y ella se negó  a tocar mientras que sus padres no estuvieran ubicados en la primera fila, pues habían sido obligados a ocupar los últimos asientos del auditorio por su color de la piel. 

Su infancia y juventud estuvo atravesada por la segregación racial de la misma manera que lo fue para todos los afroamericanos. A pesar de su talento prematuro fue rechaza en varios trabajos al igual que le negaron becas para estudiar música, uno de sus anhelados sueños, esto le obligó a formarse como autodidacta de la música clásica.

Antes de llegar a su fama, dedicó su vida a tocar en bares de poco talante como una posibilidad de ganarse la vida, Nina tenía certeza que estaba destinada para la música y esa sería su fuerza para cumplir con su sueño, a pesar que el mundo parecía confabular para que fracase.



Esta sacerdotisa del blues como le apodaron sus seguidores, entendió que debía usar la potencia de su voz, sus letras y su alma afligida, para protestar en contra del racismo y de la discriminación, y así contar al mundo de las injusticias que sufrían estos condenados de la tierra como les llamaría Fanon.

Su voz única y la contundencia de sus espectáculos como cantante, compositora y pianista de blues, jazz y soul, hizo que el mundo se rindiera a su voz y la posicionara como una de las mejores cantantes afroamericanas. Sin embargo, detrás de esa fama en los escenarios estaba su militancia política en favor de los derechos civiles, lo que ha hecho que en algunas universidades se estudie su biografía. Esto, a pesar de ser una fase fundamental en su vida, es un lado que pocos conocen de Simone.

Muchos de los temas de sus canciones fueron una respuesta radical a la política racista de la sociedad norteamericana, entre sus creaciones figuran:, (Ser joven, dotado y negro), Blacklash Blues, Mississippi Goddam (composición en respuesta al asesinato de Medgar Evers y al ataque terrorista a la iglesia de Birmingham-Alabama, en 1963, por parte de supremacías blancas y que cobró la vida de cuatro niñas afroamericanas), I Wish I Knew How it Would Feel to be Free (deseo saber como se sentiría ser libre), entre otras.



Pronto comprendió que la función social de una artista era comprometerse para construir un mundo más justo. Esta posición política le pasó factura, pues al final de su carrera, ya nadie quería grabar sus discos, y menos contratarla, porque a la sociedad le incomodaba tener a una cantante activista, contestataria e indómita, que cuestionaba el establishment racista norteamericano. Esta situación le llevó a abandonar el país y refugiarse en Barbados durante ocho años. A su regreso fue acusada de evadir impuestos, los cuales se había negado a pagar como una protesta en contra de la guerra de Vietman, su argumento fue, que su dinero no servirá para financiar guerras.

Tras la muerte el líder Martín Lutherking quien se convirtió en su hermano de lucha, se le acusó de estar vinculada con movimientos negros armados, y fue perseguida, situación que le obligó a huir a Liberia, un país africano al que habían retornado muchos afroamericanos que fueron  esclavizados. Su último autoexilio fue París, donde volvería a tocar en bares de mala muerte como en sus inicios para sobrevivir.

Los contenidos de sus composiciones tenían una poética existencial y profunda que reflejaba los conflictos de su vida, su música siempre fue contestaria, utilizó su voz y música para luchar contra el racismo y la segregación racial.

Así lo expresa una de sus letras:

“Desearía poder dar/el amor que siento. Derribar muros/que nos mantienen distantes. Desearía poder saber/que significa ser yo. Entonces entenderías y coincidirías/que todos deben ser libres...”.

Su nombre de Nina (se deriva de niña), alías que su compañero sentimental usaba para llamarla cariñosamente, y Simone por la admiración que tenía a la actriz francesa Nina Signore.

Como si no tuviera suficiente con su vida atormentada también sufrió de violencia doméstica en su segundo matrimonio que duró cerca de una década, con su marido quien también fuera su manager y padre de su única hija, al que finalmente terminó abandonándole. El racismo y machismo, fueron dos compañeros que compañaron largos tramos en la vida de Nina Simone, sus letras y su temperamente dan cuenta suficiente de esto. 

En el año 2015, se realizó un documental que narra facetas sobre su polémica vida, Whas happened Miss Simone? (Que pasó señora Simone?), que además de una nominación al Óscar, el controvertido retrato de esta leyenda de la música, ganó un Emmy al mejor documental.

Nina Simone siempre fue consecuente con su vida y sabía que sin libertad no había existencia, y eso daba sentido a la lucha, “Como le dices a alguien lo que es estar enamorado a quien nunca se enamoró... puedes describir las cosas pero no explicarlas. Eso es para mi la libertad, un par de veces me sentí libre en el escenario y eso es de otro mundo. Para mi ser libre es no tener miedo. Ojala pudiera vivir siempre así...”

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